A partir del siglo XX los lineamientos educativos se han transformado de manera significativa, dando origen a nuevas estrategias para los procesos de formación y una gran variedad de métodos pedagógicos, dándole importancia a la música y las artes para lo que hoy en día consideramos como desarrollo integral del ser humano entendiéndolo como un ser que siente, piensa, reflexiona y posee un potencial creativo.
La música tiene un papel importante para los procesos de desarrollo en la primera infancia, relacionando cada expresión rítmica con el cuerpo y nuestro entorno, trabajando la memoria, la creatividad y los tiempos de atención por medio de cuentos cantados, músicas tradicionales, rondas y las composiciones musicales que son capaces de crear.
Con la música desarrollamos habilidades cognitivas que facilitan el aprendizaje, estimulando el lenguaje por medio del canto, fortaleciendo la memoria, la concentración y la capacidad de razonar a partir de la práctica instrumental.
También se fortalecen las habilidades motoras, al bailar por el espacio al ritmo de la música en diferentes velocidades trabajando la conciencia corporal, la ubicación espacial, lateralidad, direccionalidad y un sinfín de habilidades importantes para los sistemas sensoriales fundamentales para la primera etapa del crecimiento.
No dejemos de brindarle a nuestros niños un espacio en el que la diversión y la exploración sensorial por medio de la música, los motivan cada día a descubrir cosas nuevas.
Laura Daniella Contreras Rodríguez Docente de Música.