Actualmente el mundo se mueve muy rápido y los niños tienen insertado en su cabecita ese chip que les permite moverse tan rápido y al tiempo con esos cambios. Es tal vez por esta razón que los Padres de Familia tenemos que estar atentos a estos cambios buscando siempre el beneficio para el crecimiento personal, social y educativo de los niños. Más aún después de haber pasado una pandemia con niños y trabajo en casa; permitió cambiar nuestros esquemas mentales sobre el aprendizaje o mejor dicho el autoaprendizaje.
Abordar este tema con los Padres de Familia es un poco espinoso porque muchos vienen de escuelas tradicionales y pretenden o creen que esta es la única manera que los niños aprendan, acumulándolos de conocimientos y que repitan de memoria una y otra vez capitales, tablas de multiplicar, el abecedario etc. Dejando de lado que los niños tienen esa gran capacidad de investigar por si mismo el mundo y descubrir, compartir ese conocimiento y enseñarnos de otra manera la forma de aprender.
En tal sentido la metodología Reggio Emilia nos ofrece una alternativa diferente en todo sentido; para que los niños y niñas aprendan sobre su mundo y lo enseñen a su grupo de trabajo y a los adultos que le rodean. Esta apertura de conocimiento nos lleva a tener aulas para investigar, compartir, ordenar, reutilizar y crear con materiales y recursos que tengamos a la mano. Y sobre todo la creatividad de los niños es quien reina en nuestros jardines.
Sabemos que el cambio genera resistencia en los seres humanos; pero vale la pena volcar a los padres de familia para que conozcan de que trata Reggio Emilia y como sus hijos pueden mejorar no solo sus conocimientos sino su capacidad de ver el mundo con ojos de Niños.
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